2007년 5월 28일 월요일

Leer y Escribir con un enfoque comunicativo y constructivista


Autor: Paulina Rivera

Distinta disciplinas han ido proporcionando perspectivas y elementos que han permitido la aparición de propuestas innovadoras. Dichas aportaciones proceden no sólo de la teoría sino también de la práctica en el aula, y de la confrontaciín entre ambas. Es imposible comprende, en nuestra sociedadm la adquisición de la lectura y la escritura por parte de los niños sin considerar el significado de la alfabetización en la cultura. Ya Freinet (1971) incidió en la idea de que los niños está familiarizados con el lenguaje escrito antes de que le enseñen a leer y escribir en la escuela a través de la interacción con los textos cotidianos, estar rodeado en un ambiente rico en materiales impresos. La escuela, lejos de cortar esta relación con el mundo del lenguaje escrito, lo que ha de hacer es desarrollarla desde que el niño empieza la etapa de Educacuón Infantil.

El enfoque comunicativo de la didáctica de la lengua, superando el nivel oracional, sitúa el foco de atención en el texto o discurso, reconociéndolo como la unidad real de comunicaciín, que está constituida por los géneros textuales que usamos en un contexto determinado, con una finalidad, y dirigidos a un destinatario.

Los relatos de experiencias, las cartas, las instrucciones de juego o de uso de algún aparato, las descripciones, etc. son el punto de partida en la enseñanza de la Lengua.

Solé (1987), partiendo de la idea de que la lectura tiene como objetivo la comprensión de un texto, incide en la idea de que el código se ha de enseñar en marcos significativos, ya que se trata también de enseñar a comprender.

Ferreiro y Teberosky estudiaron cómo el niño construye sus propios conocimientos sobre escritura. Describieron la existencia de determinadas fases en el aprendizaje de la escritura.

1. Primera Fase: Período en que diferencian el dibujo de la escritura. Ahora bien, en su intento de representación de la escritura, los niños todavía no llegan a realizar letras convencionales: es la fase de la escritura indiferenciada.

2. Segunda Fase: utilizan un repertorio variado de grafías convencionales: es la fase de la escritura diferenciada.

3. Tercera Fase: la fase silábica, los niños comienzan a establecer relaciones entre sus grafismos y los aspectos sonoros de la palabra, pero es una producción conducida por la segmentación silábica de la palabra.

4. Cuarta Fase: Fase silábico-alfabética, los niños se dan cuenta de la existencia de correspondencias intrasilábicas, pero no son capaces de segmentar todos los elementos sonoros de la palabra, en consecuencia, en sus producciones el número de letras es inferior al número de consonante y vocales de la palabra, porque algunas letras quedan sin reflejar.

5. Quinta Fase: Etapa alfabética, los niños reconocen una correspondencia alfabética exhaustiva, a cada consonante y vocal de la palabra corresponde una letra.

Según Vigotsky, el proceso de planificación de la escritura se interioriza, es decir, cuando se escribe, el sujeto ha de representar el contexto de comunicación y el destinatario sin que esten presente.

Los modelos cognitivos de composición del texto señalan la existencia de los procesos implicados en la producción escrita.

En primer lugar, la planificación, es decir, la selección y organización de ideas. En segundo lugar, la elaboración de texto. En tercer lugar, la revisión, implicada no sólo en el escrito final, sino en todo el proceso de producción.

El aprendizaje no es lineal y aditivo, sino que procede por reorganizaciones de conocimientos de distinto contenido y nivel: la progresión en la enseñanza de la escritura se ha de hacer en espiral, de manera que se vuelva a lo ya trabajado, pero de forma cada vez más compleja.